Denver, Colorado, 1861. Un pistolero despiadado que responde al nombre de Owen Pentecost aprovecha una mano afortunada al póker y, en un abrir y cerrar de ojos, se convierte en el nuevo y flamante dueño de un hotel. Su nuevo estatus le granjea el amor de dos mujeres: una es empleada en el mismo salón que ahora posee, y otra es una inocente forastera que acaba de llegar al pueblo con el objetivo de abrir una tienda de ropa para señoras. Esta historia de amor a tres bandas se sucede en los momentos previos al estallido de la guerra de Secesión, que acabará por poner en una difícil situación a Owen Pentecost, debido entre otras cosas a su origen sureño.