El presente mediante el pasado
por Israel ParedesTras dirigir 'La desaparición de Embry', Stephen Gaghan cambió completamente de registro con 'Syriana', adaptación del libro autobiográfico de Robert Baer (George Clooney en la película) en el que se narra de manera directa y sin tapujos como Baer, agente de la CIA, tras una larga vida de trabajo en Oriente Medio, es destinado a Beirut durante la década de los ochenta para llevar a cabo una misión que involucra a empresas petrolíferas norteamericanas en la región. A partir de ahí, Gaghan crea una telaraña narrativa a varias bandas para mostrar cómo gran parte de la problemática global actual nació décadas atrás; y cómo el interés por el petróleo de la zona no es algo de época reciente.
Gaghan construye una película en apariencia confusa pero cuya caótica forma viene a ser la perfecta manera de mostrar un fondo narrativo en el que nada es lo que parece, en el que todo es confuso y todos los que pueblan la historia poseen una ambigüedad notable, dobleces en sus comportamientos y pensamientos. No hay nadie esencialmente malo, pero tampoco nadie totalmente bueno. Gaghan muestra la complejidad de un mundo que apenas conocemos en su superficie, de ahí que los diálogos y las tramas acaban ocasionando más confusión de la deseada. Pero lo cierto es que se trata de un thriller magnífico, inquietante, profundo aunque discutible, que recupera la estética de los thrillers políticos de los setenta para modernizarlos. Es decir, toma su forma y gran parte de su contenido paranoico hacia la realidad para unirlo a un modo de narrar más contemporáneo. El trasfondo es el mismo. Los miedos similares. Pero la manera de contar es muy diferente. Todo se ha vuelto más enrevesado, y eso es patente en una película como 'Syriana', que mira hacia el pasado para hablar del presente.
A favor: Los actores, el trabajo de Gahan, la música de Desplat.
En contra: Puede resultar muy complicada de seguir en determinados momentos.