En la cima del thriller mutante
por Nestor HidalgoThriller, acción, suspense, drama, terror, artes marciales, incluso pizcas de ciencia-ficción, si se quiere. El segundo largometraje del francés Chris Nahon toca todos esos géneros con una gran soltura, acorde con las ambiciones de cierto cine francés de espíritu comercial que dio sus mejores frutos a principios del siglo XXI —estoy pensando en la también multigenérica y lobuna 'El pacto de los lobos' (Christophe Gans, 2001)—. La estilizada y elegante dirección de Nahon se amolda con facilidad a las querencias específicas del tono de cada secuencia a lo largo de las más de dos horas de desarrollo, practicando la transmisión de información con la misma morosidad que los maestros del suspense.
Así, tardamos más de la mitad del filme en saber qué le ocurre a Anna Heymes (Arly Jover), la protagonista que parece estar en el centro de una enorme conspiración vinculada a los brutales asesinatos acompañados de salvajes desfiguraciones que investiga el agente de policía Nerteaux (Jocelyn Quivrin) con ayuda del veterano y poco ortodoxo Schiffer (Jean Reno). Pero en ningún momento se tiene la sensación de asistir al deshilado caprichoso de una madeja argumental artificiosa, pues las microsecuencias de acción, persecuciones y patadas están tan bien salpicadas que la trama avanza con paso firme logrando un entretenimiento de primera.
A favor: El policía experimentado y pasado de rosca que interpreta Jean Reno.
En contra: Que la carrera de Chris Nahon tocara techo con esta película.