Al comienzo del rodaje, dos asesores sordos, Lucy Warnes y Derek Todd, enseñaron el lenguaje de signos al reparto. Jack Mcelhone, que encarna a Frankie, trabajó sobre todo con Lucy Warnes.
La canción que suena mientras Lizzie (Emily Mortimer) está sentada en el banco llorando, después de un intento desafortunado por encontrar un padre para Frankie, está escrita por un famoso compositor contemporáneo estonio, Arvo Pärt.
Jack McElhone (Frankie) en realidad no es sordo. Tuvo que trabajar con un entrenador de voz para que la frase que dice en la película sonara correctamente.