Crítica de SensaCine.com para Million Dollar Baby: Los golpes de la vida

"El boxeo va del respeto: conseguirlo para uno mismo y quitárselo al rival." Con frases tan sentenciadoras como la anterior Clint Eastwood se adentraba en el melodrama crepuscular con esta historia sobre un entrenador de boxeo que acepta ayudar a Maggie, una joven púgil interpretada por Hilary Swank, sin saber que pronto necesitará de ella más de lo que a priori había imaginado. De la hornada de trabajos del cineasta tras ‘Sin perdón' (1992), ‘Million Dollar Baby' resulta la más convencional de sus propuestas, sea por el tono del relato, su puesta en escena de corte clásico, subrayando la pesadumbre que rodea a los protagonistas mediante unos duros contraluces, e incluso por la resolución del drama ético al que se enfrentan los personajes. La película, como el boxeo, va del respeto, de cómo estas personas vuelven a conseguirlo para sí mismas, y Eastwood nos enseña su periplo para lograrlo con ese pudor del que observa el dolor ajeno en un gesto que le ennoblece. Aún y así, no puede evitar que la película se impregne de cierto aire de docudrama de sobremesa.

A favor: La relación entre Hilary Swank y Clint Eastwood.

En contra: El segundo tramo de la película se asoma peligrosamente al terreno del docudrama.