Crítica de SensaCine.com para El príncipe y yo: Topando con la realeza

Pseudocuento de hadas que adopta el formato de comedia romántica y cuyo supuesto aliciente es el de plantear los posibles conflictos que le surgen a una estudiante de Medicina de orígenes humildes que comienza a "mezclarse" con el heredero de la corona danesa. Rodada en localizaciones de Dinamarca y Canadá e importando no pocos tópicos y clichés de las propuestas menos interesantes del género, El príncipe y yo es la primera parte de la, hasta la fecha, tetralogía que comenzó dirigiendo la realizadora Martha Coolidge y cuyo testigo dejó después en manos de Catherine Cyran.

El príncipe y yo resultó también vehículo de lucimiento para la actriz Julia Stiles, que ha ido combinando propuestas románticas similares junto a incursiones en el género de acción como sus sucesivas apariciones en la saga Bourne. En este filme de Coolidge su personaje trata también de compaginar, no sin dificultades, su romance "real" con su vocación médica. La banda sonora, por supuesto, no se olvida de recurrir constantemente a notas musicales que fuerzan la emotividad de determinados pasajes... Y tampoco faltan las menciones a Shakespeare.

A favor: Su final inesperado y abierto.

En contra: Construida a base de clichés y manidas y simplificadoras formulaciones.