Retrato de un grupo de adictos a la heroína que vagabundea por el "parque de la aguja" en la ciudad de Nueva York. Una de las películas preferidas por el propio Al Pacino de toda su carrera.
Una historia sobre la droga en una Nueva York teñida de apagados colores que representan el aire lúgubre y melancólico que tiene el film, Helen es una bohemia pintora que vive con Marco, su pareja. A este no le agradan los compromisos por lo que ambos tienden a discutir. Marco tiene una ligera afición a las drogas, y estas las consigue de la mano de su amigo Bobby, quien un día en el apartamento de Marco le echa el ojo a Helen. Comienzan así una nociva relación donde ella se siente atraída por esa picaresca y ese aire de trotamundos que Bobby tiene. Él se gana la vida trapicheando con narcóticos pudiendo sacar lo justo para sus dosis, todo ante la atenta mirada de Hotch, un detective siempre camuflado que espera la llegada de la "sequía", cuando los yonkis se pudren por el mono y terminan vendiendo a algún pez gordo del narcotráfico, porque según él, "...siempre terminan cantando...".
Helen termina enganchandose al caballo y comienza a consumir incluso más que Bobby, y vemos como a medida que se va sumergiendo más y más en el mundo de las drogas, va perdiendo más y más su inocencia y su dignidad. Harían cualquier cosa por un chute, y vemos esa dependencia reflejada en la decadencia que sufren ellos mismos y su relación; Helen termina prostituyéndose para lograr algo de dinero el cual inmediatamente se gasta en pincharse, y Bobby quien al principio cuidaba de ella casi como una figura paternal, termina agrediendola al enterarse de que ella se prostituye para luego darle el visto bueno ante la falta de dinero para sustancias, aunque el hecho de que su futura mujer esté vendiendo su cuerpo y a él le parezca bien pesa sobre su conciencia, y a su vez Bobby quien al principio decía consumir sólo esporádicamente, termina casi muriendo de sobredosis en un apartamento cochambroso donde viven una prostituta y su bebé.
En toda la película vemos cierto sentimiento de camaradería entre todos los yonkis, unidos por un triste vicio, pero que a la que pueden traicionar a alguien para salvarse el culo, lo hacen. Al final vemos claramente cómo el policía tenía razón, Helen estaba entregada a Bobby, él era su mundo entero, hasta que llegó el caballo y eso se convirtió en su mundo.
Los dos sueñan con algo más, pero no pueden salir de su propia prisión, están encadenados a la droga, y siempre que intentan progresar, está se interpone dando un mazazo de realidad. Sueñan con vivir en el campo pero siempre terminan en el insalubre piso que habitan, decían de casarse pero nunca lo hacían, adoptan a un cachorro y este termina falleciendo por un descuido mientras se pinchaban en un sitio público. Tienen ganas de cambiar sus vidas, pero no más ganas que las que tienen de drogarse.
Y el final marca lo que es una relación en la que no dependen el uno del otro por amor, sino porque los dos comparten afición, saben que no tienen nada más en el mundo y que dentro de toda la escoria, incluidos ellos, si tienen que confiar un mínimo en alguien será el uno en el otro, al fin y al cabo es mutua la ayuda que se dan para conseguir narcóticos, condenados a repetir todos sus errores una y otra vez hasta que un día, y probablemente pronto, sea el final.
En una escena, se hallan nuestros dos protagonistas con los que son los "colegas" de Bobby, unos yonkis que viven en la misma zona que ellos dos. Están todos sentados hablando de los distintos estupefacientes que han probado y la experiencia de estos casi como si un logro fuera. Y es que el film tiene un naturalismo visceral, es una obra muy muy cercana a la realidad y que refleja a la perfección un problema mundial. Una sórdida historia narrada sin artificios ni alardes, con la calma que merece, la historia de Bobby siendo arrastrado por la marea, ya perdido comienza a hundirse poco a poco llevándose por delante a Helen con él. Es la segunda película (aunque podría considerarse la primera) de Al Pacino, y ya dejaba atisbos de grandeza, impresionante Pacino y muy bien Kitty Winn.
Muy buena película, siete alto.