Crítica de SensaCine.com para Sigo como Dios: Cuestión de fe

Secuela de la comedia interpretada por el descarriado Jim Carrey, la película toma como protagonista al ex compañero periodista en aquel filme, Evan Baxter, cuando, tras cambiar de profesión y ciudad para ejercer de congresista en Washington, se le aparece Dios y le dicta que construya un arca a imitación del arca de Noé. Tan disparatada como divertida, la cinta ofrece todas las risas que un argumento así promete. No en vano está dirigida por uno de los directores del género más duchos en el tema, Tom Shadyac (‘El profesor chiflado', ‘Mentiroso compulsivo', ‘Ace Ventura'), como también está protagonizada por el encantador Steve Carell, actor que, siempre con una mueca tímida en la boca, siempre con un baile a punto, se come la pantalla de tal modo que al espectador no le queda otra que enrolarse en esta loca aventura. Por alguna razón Shyadac le escogió para que los animales le siguieran...

A favor: Steve Carell en el primer tramo de la película. Espectacularmente divertido.

En contra: Que su moraleja ecologista no tenga tanto calado.