Las reglas del matrimonio burgués
por Paula Arantzazu RuizPatrice Chéreau ha llevado a la gran pantalla su pulcritud como director teatral. Lo demostró en ‘La reina Margot' (1994), tan académica como exacta, o ‘Intimidad' (2001), la adaptación del relato de Hanif Kureishi, más incómoda y cruda, pero con esa misma insistencia por el detalle que la película anterior. Sucede también en esta versión de un cuentecito de Joseph Conrad sobre las sombras de un matrimonio burgués en el París de la Belle Époque. Huppert, siempre tan milmétrica en sus actuaciones, interpreta a la atormentada protagonista que nombra el título del filme, con un halo frío y distante, hierático e inquietante. Quiere abandonar a su marido y de paso las férreas reglas que rigen el matrimonio burgués decimonónico y en un momento del filme le espeta: "Volver es peor que irse". Todo ese subrepticio rencor doméstico circula por el rostro de la Huppert y por las distintas habitaciones del palacete en el que convive la malograda pareja, cortesía del buen hacer de Chéreau con el espacio diegético, y la película se transforma en un vaivén de emociones y despecho entre ella y él. Pero tanto rencor no acaba conduciendo a nada. Porque Conrad, y por tanto Chéreau, saben que las convenciones son, lamentablemente, más poderosas que el deseo. Y la libertad.
A favor: La exquisita puesta en escena e Isabelle Huppert.
En contra: Que sea tan fría.