Shlomi (Oshri Cohen) es un adolescente tímido, repleto de generosidad para la gente que le rodea. Lleva años ocupándose de su familia: Da de comer a su abuelo, le baña y escucha atento sus historias ficticias sobre la Segunda Guerra Mundial. También es el encargado de recordarle todos los días a su hermano que debe tomar su medicamento. Media entre su irascible madre y su hipocondriaco padre. Además cuida de los gemelos de su hermana. Su casa parece un campo de batalla, por lo que Shlomi se ve obligado a mantener cada día la paz. Sin embargo, parece que nadie tiene en cuenta lo que el muchacho hace por ellos ni siquiera él parece darse cuenta.
En un examen de matemáticas, Shlomi llama la atención del profesor de matemáticas y el director de la escuela. Después de hablar con él, se dan cuenta de que detrás de ese joven tímido y aparentemente descuidado se esconde una personalidad muy singular. Con su ayuda y la de Rona (Aya Koren), la jardinera de la que se enamora, Shlomi se descubre a sí mismo.
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