El futuro no era lo que esperábamos
por Virginia MontesDespués de haber seguido la procreación, la infancia y la adolescencia de John Connor a lo largo de cuatro películas, resultaba inevitable que en algún momento volviéramos a encontrárnoslo ya inmerso en la lucha armada en la que ya su padre Kyle Reese (Michael Biehn en 'Terminator') predijera que terminaría sumido el planeta después de la rebelión de Skynet. Sin embargo, cuando por primera vez avistamos ese hipotético futuro de manos de James Cameron en el primer 'Terminator', nunca hubiéramos imaginado que sería como finalmente terminó visualizándolo el director videoclipero McG. El futuro apocalíptico diseñado por los responsables de la película resulta abrumador y técnicamente deslumbrante, aunque por el camino, haya perdido totalmente la magia de ese germen de idea que lo vio nacer. Los efectos especiales han cambiado, se han desarrollado de forma espectacular pero, paradójicamente, la película que nos ocupa no terminará pasando a los anales de la historia del cine, como sí lo hizo su antigua progenitora, sino que constituirá una muestra más de cómo el cine a veces puede perder su esencia quedando totalmente desvirtuado por culpa de un sentido del espectáculo cada vez más superficial y anodino.
A favor: El poder ir uniendo los hilos entre pasado y futuro que van implícitos en el sentido de la narración.
En contra: El futuro, no era lo que esperábamos.