Crítica de SensaCine.com para Destino Final 3: La muerte ataca de nuevo

Si 'Destino final 2', secuela de 'Destino final', suponía un alargamiento de las ideas presentadas en la primera entrega de la saga, iniciada en 2000 y a la que se le añade un nuevo título desde entonces casi cada tres años hasta llegar a las cinco películas, 'Destino final 3' supone, entonces, un doble alargamiento y así sucesivamente. Es decir, cada película apenas aporta nada nuevo a una idea inicial más o menos fresca y novedosa, eso si, mostrada con desparpajo y gracia, algo que se mantiene en 'Destino final 3', aunque en realidad se trata de una película basada no tanto en una construcción narrativa o en un guion con un desarrollo dramático más o menos organizado, sino en una idea convertida en fórmula.

No importa si los jóvenes deben o no morir o si van a hacerlo o no, sino la manera en que lo harán. Más o menos estaríamos ante una ecuación parecida a la saga 'Saw', en la que, aunque sus responsables lo intenten, no importa en absoluto nada que no sea la muestra de violencia, eso sí, bajo un actitud infantil disfrazada de otra que pretende ser extrema. 'Destino final 3', al menos, busca la diversión, la desinhibición. No se toma en serio y nosotros tampoco podemos hacerlo. Es una tontería y punto. Y así se debe tomar.

A favor: Que no pretende ser más de lo que es.

En contra: Que no es nada.