Crítica de SensaCine.com para Manolete: Cornada sin hilo

'Manolete', la película, es una pena. Es una pena, porque lo tenía todo para convertirse en uno de los desastres más grandilocuentes y pirotécncios del cine español y, finalmente, se queda sólo en descalabro mediocre. Prácticamente todos los detalles que rodearon la producción, rodaje y posterior estreno retrasado durante la friolera de ¡seis años! resulta más interesante que las imágenes creadas por el director y guionista Menno Meyjes.

El cásting de Adrien Brody como el cordobés Manolete, el contagio del romance con Penélope Cruz (que interpreta a su amante, la actriz Lupe Sino) de la ficción a la vida real, el morbo de tener a dos intérpretes con Oscar (aunque Penélope todavía no había ganado el suyo durante el rodaje) enfrentados a diálogos y situaciones de folletín barato, los 20 millones de euros de presupuesto y su rodaje institucionalizado en la Ciudad de la Luz valenciana, las demandas de impagos al productor Andrés Vicente Gómez, las protestas de las asociaciones taurinas porque en el biopic del torero más famoso de la posguerra española se enaltece su figura (!)... Cualquiera de todas esas cosas resulta muchísimo más emocionante y 'cinematográfica' que el melodramilla sin lustre finalmente entregado por Meyjes. Huérfano de imágenes para el recuerdo, plagado de decisiones de cásting discutibles (Santiago Segura, Juan Echanove...) y reiteraciones de los dos únicos puntos fuertes del guión, 'Manolete' no sólo no está a la altura de sus ambiciones, sino que ni siquiera demuestra ser digna del aura de malditismo que durante tantos años la rodeó.

A favor: Escenas inefables, como Penélope Cruz haciendo y sirviendo tortilla de patatas a todo el séquito del torero, se hacen llevaderas al mirarlas con una óptica de surrealismo buñueliano.

En contra: Que, en realidad, la película no haga honor al desastre que se le supone.