Pop hipersónico
por Paula Arantzazu RuizPor si había alguna duda de la influencia del anime japonés en el cine de los hermanos Wachowski, los cerebros detrás de ‘Matrix' y Joel Silver, productor estrella que les llevó al éxito con la trilogía, vuelven con un homenaje al héroe de su niñez: Speed Racer, conocido por estos lares como Meteoro, el famoso piloto creado por Tatsuo Yoshida. Ya en el tríptico futurista sobre Neo y su clan se podían encontrar trazas del no menos mítico anime ‘Ghost In The Shell' (1995), de Mamoru Oshii, pero aquí la pareja de cineastas se lanza a plasmar la espectacularidad de aquellos dibujos animados mediante una avalancha de efectos especiales que, gusten o no, están ahí, amén de una estructura narrativa no lineal, fragmentada, dilatada, relativa, en definitiva. Quizá para el espectador estándar resulte demasiado impactante, pero el ejercicio de los Wachowski es un tour de force de estética pop –no es difícil encontrar ecos de la vivida policromia de Warhol o de La Chapelle en las viñetas del filme- y velocidad supersónica. Casi una obra de museo.
A favor: Su experimentación con el color.
En contra: La pareja protagonista y un guión con poco empaque.