Crítica de SensaCine.com para El mito: Vidas pasadas

Superproducción para mayor gloria de Jackie Chan que propone una extraña mezcla entre acción, melodrama romántico y momentos cómicos a través de una estructura fallida en sí misma. En un primer momento, cuando empiezan a combinarse los dos momentos históricos que conforman la película, uno aguarda sorprendido e incluso curioso por cómo seguirá desarrollándose ese a priori estimulante montaje en paralelo. Pero pronto ese salto "fantástico" entre tiempos comienza a resultar muy forzado y cansino, excesivamente redundante y poco solvente su progreso y justificación. Queda reducido a un simple juego de artificio que no sabe sacarle más miga a su pirotecnia inicial.

Chan interpreta en el tiempo reciente a un arqueólogo que tiene estimulantes sueños con una mujer "antigua" y que recibe una proposición indecente de un amigo físico (Tony Leung Ka Fai interpreta al "graciosillo" del filme) vinculada con un proyecto relacionado con la antigravedad, la levitación y la tumba del primer emperador de China. De pronto, el sueño va invadiendo la realidad y veremos a Jackie convertido en un general del 221 a.C. cuya misión es proteger sobre todas las cosas a una heredera al trono. A fin de cuentas, una historia de amor con envoltorio de película épica donde su realizador Stanley Tong sale bien parado de la filmación de unas cuantas secuencias espectaculares, pero cuyo guión, que firma con otras cuatro manos, resulta bastante endeble.

A favor: La secuencia en la que Chan (en plena forma cumplidos los cincuenta) se enfrenta con un respetable enemigo mientras el carruaje que transporta a la princesa corre el riesgo de despeñarse. Otra instante: la princesa utilizando su propio pelo como hilo para cerrarle a Chang una herida.

En contra: Su estructura fallida. La comicidad excesivamente bobalicona de algunas secuencias.