Cuarta película que sigue las desventuras de Don Camilo y el alcalde Peppone. Ambos personajes fueron creados por el escritor italiano Giovanni Guareschi. En esta entrega, Don Camilo ha ido ascendiendo en el escalafón eclesiástico hasta llegar a ser obispo. Por su parte, Peppone ha alcanzado el puesto de senador. Los dos volverán a verse las caras en Roma, donde los graciosos enfrentamientos que les caracterizan continuarán. Ambos personajes comparten un pasado y un futuro; echan de menos su pueblo ubicado a orillas del río Po, los dos deben ponerse de acuerdo para que la boda de la hija de Peppone salga bien, ya que el cura que oficializará será Camilo, y deben dirimir el asunto de la capilla de la Virgen de Borghetto.
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