Esta película es testigo de una experiencia inédita en la historia del cine. De hecho, Jovana Mitic, es la primera niña autista que encarna el personaje principal en una película de ficción. Era un riesgo importante a la hora de rodaje, pero el compromiso por parte del director Goran Paskaljevic, y gracias a su admiración por Stefano Rulli, cuyo excelente documental también se dirige al silencio particular del autismo, le hizo tomar la iniciativa para arriesgarse.
‘Sueño de una noche de invierno’ tuvo una carrera muy exitosa en los festivales. Fue galardonado, en 2004, con el prestigioso premio del jurado en el Festival de San Sebastián, también consiguió la Antigona de Oro a la mejor película en el Festival de Cine Mediterráneo de Montpellier, y el premio a la mejor película de ficción en el Festival de Cine de Ficción de Nashville. Aparte de los anteriores, fue seleccionado para el festival de Toronto en la sección de Maestros del cine contemporáneo y nominado para los premios de la Academia Europea en todas las categorías.
El trabajo del cineasta con el color, el movimiento circular, proviene, en cierto sentido, de sus raíces balcánicas. La presencia, como un hilo, de los temas como la religión y la brujería son una fuerte impresión de esta cultura. Toda la película está llena de teatralidad, que se contrapone a la necesidad de estas personas de dar rienda suelta a sus emociones hacia los demás, y hacia la sociedad. Siempre desde el respeto a las personas que filma. La secuencia en la que Lázaro se reune con su amigo de la infancia es una ilustración perfecta. Paskaljevic explora con una precisión que, con demasiada frecuencia en el cine de los Balcanes, termina siendo un gran cliché, un festival de folclore que mezcla bebida, música y danza.