Trabajar para ser odiado
por Covadonga G. LaheraSi Jeffrey Wigand, el científico rebelde de la tabacalera Brown & Williamson, era despedido en El dilema de Michael Mann tras descubrir las sustancias causantes de la adicción al tabaco y la voluntad de su empresa no solo de mantenerlas, sino de incrementarlas, Nick Naylor trabaja a sabiendas de dicha realidad en otra importante compañía tabacalera, pero su misión como jefe de prensa se sitúa en el otro lado de la balanza. Pero Naylor es también un personaje amenazado, sometido a presiones políticas y mediáticas, que se dirime entre hacer bien su trabajo, síntesis entre "ser odiado" y "labioso", y que a su vez ha de conjugar con darle un buen ejemplo a su hijo.
Como en El dilema, es curioso que ambas tramas versen sobre la controversia de la industria tabacalera, los efectos nocivos del tabaco, etc. y que apenas incluyan humos en sus imágenes. Nada que ver con la sucesión de adicciones tabaquiles y etílicas que se desprenden del televisor en cuanto comienza la televisiva Mad Men. Jason Reitman levanta en Gracias por fumar una aguda sátira sobre todas estas contradicciones y Aaron Eckhart compone con eficacia a su singular protagonista.
A favor: Su enfoque satírico, el episodio donde Naylor visita al "hombre Marlboro" y la estatua de Lincoln con parches de nicotina.
En contra: Katie Holmes y el algo marisabidillo hijo del protagonista.