Clark Gable advirtió a Gary Cooper de no trabajar con Burt Lancaster, dijo: "Ese chico joven le dejara fuera de la pantalla". Irónicamente, Gable trabajó después con Lancaster en Torpedo (1958).
Burt Lancaster afirmó que Gary Cooper se oponía a cualquier detalle del guion que diera a entender que su personaje no era bueno y pedía que se cambiara.
Gary Cooper se estaba medicando tanto durante la filmación de la película que estaba siempre cansado por la duración del rodaje. Además, no le gustaba trabajar con Sara Montiel alegando que olía mal y que nunca se lavaba el pelo.
Es una de las películas que más gusta al director Robert Aldrich, en concreto le gustó mucho el hecho de que tuviera un héroe y un anti-héroe.