La ciudad de Nápoles está corrompida de arriba a abajo por la Camorra, la mafia italiana, que tiene amedrentada a toda la sociedad, incluyendo, por supuesto, a las distintas administraciones. El único personaje que consigue echarle un pulso a los delincuentes de manera intachable parece ser el comisario Rizzo (Bud Spencer), que lleva librando una lucha sin cuartel desde hace tiempo contra el narcotráfico que le ha reportado una fama y respeto considerables. Sin embargo, el asesinato de uno de los más altos cargos del clan, don Pastrone, provocará las sospechas del comisario, quien cree que dentro de su propio departamento hay un chivato. Así, la única forma para adentrarse bien en el caso será hacerse pasar por un nuevo jefe de la Camorra y viajar hasta Hong Kong para infiltrarse entre los proveedores de sustancias psicotrópicas como nuevo jefe de la mafia italiana.
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