Virgen a los 40

La trama gira en torno a la figura de Andy, un cuarentón que ha desperdiciado prácticamente su existencia al no contar con mucha vida social y que se dedica por completo a su empleo. Él se encarga de llevar a cabo y de validar los recibos en un establecimiento dedicado al mercado de los electrodomésticos, algo que no le aporta una gran cantidad de dinero pero que al menos le permite llegar a final de mes sin excesivas dificultades.

También cabe destacar el hecho de que posee un piso en el que se encuentra en solitario y donde recopila una enorme colección de muñecos de su infancia y de videojuegos a los que dedica varias horas a la semana, invitando a sus compañeros de profesión para entablar con ellos una buena relación de amistad. No obstante, hay un tema que le ha provocado una serie de quebraderos de cabeza a lo largo de muchos años y del que aún no ha podido quitarse la espina pese a los muchos intentos por conseguirlo. La cuestión es que el protagonista jamás ha tenido la oportunidad de hacer el amor con una mujer, por lo que sus colegas tratarán por todos los medios de que se libere de su pesada carga y obtenga la recompensa que ha estado buscando desde que se hizo todo un hombre.