La última vez que vimos a Álex de la Iglesia
por Nestor Hidalgo'Crimen ferpecto' marca un importante punto de inflexión en la carrera de Álex de la Iglesia. Aunque quizás sería más exacto decir que ese punto lo había brindado la anterior '800 balas' (2002), que él mismo se autoprodujo y cuyo fracaso en taquilla le llevó a buscar un regreso a terrenos conocidos. Ahí no está el problema, pues 'Crimen ferpecto' es una comedia negra casi perfecta, con un guión del director y su colaborador Jorge Guerricaechevarría que roza lo modélico y un puñado de actores muy bien entonados para mantenerse sólo al borde del esperpento, sin pisarlo. El cambio determine viene porque, si eligen ustedes mismos su favorita entre las características anteriores y la buscan en las películas posteriores del director de 'El día de la bestia, no la encontrarán.
En cuanto a los valores intrínsecos del film, hay que alabar la capacidad de De la Iglesia para hacer retratos despiadados y caricaturescos de numerosos tipos sociales de nuestro país y que, aún así, resulten meridianamente creíbles. O cómo la realidad de nuestra crisis económica actual permite echar la vista atrás y contemplar esta farsa de hace apenas ocho años como una dura crítica al modelo productivo, especulador y sólo basado en el despilfarro de nuestros años pretéritos. Como ocurre al final de la película, el desfile de payasos se ha hecho realidad.
A favor: La interpretación de Enrique Villén como el comisario Campoy.
En contra: Como suele ocurrir en las películas del dúo De la Iglesia-Guerricaechevarría, el tercer acto es lo más flojo del conjunto.