Mediados del siglo XX. Durante los últimos días de los shogun y los samuráis, los aires de cambio que soplan en todo el país empiezan a sentirse en el dominio de Unasaka, un pequeño feudo en la costa noroccidental de la isla principal de Japón. Yaichiro se despidió de sus compañeros samuráis Munezo y Samon, porque viajará desde la costa noroeste de Japón (Unasaka) hasta la lejana Edo para tomar una posición importante dentro del shogunato, el clan samurái.