Spaghetti nazis
por Paula Arantzazu RuizNadie como Tarantino ha logrado que los géneros cinematográficos se mezclen con tanto brío y astucia. Si bien se trata de una característica bastante común en el cine contemporáneo, su obra resulta canónica en esa materia. Tras redefinir el noir y el explotation, en ‘Malditos bastardos' se atreve con la historia y no con cualquier época, sino con la Segunda Guerra Mundial, para realizar todo un ejercicio de justicia poética contra los nazis. Aquí, lo que se respira es mucho spaghetti western (en las miradas que se cruzan, en la banda sonora), como también esas largas conversaciones que son tan del gusto del cineasta. A juicio de la que esto firma, quizá demasiadas. La película en ocasiones se dilata en largas justificaciones y otros no menos largos planteamientos escénicos que lastran el ritmo del filme, un defecto si consideramos que los trabajos de Tarantino son puro nervio. Suerte de la presencia poderosa de Christopher Waltz. Sin él, es probable que el ejercicio hubiera acabado como un verdadero dislate.
A favor: Christopher Waltz, sobre todo en la secuencia de arranque.
En contra: El filme peca de una arritmia narrativa a la que los espectadores de Tarantino están poco acostumbrados.