Niños grandes, adultos niños
por Rodolfo SánchezPeter Hewitt debutó en la dirección en 1991 con El alucinante viaje de Billy y Ted descabellada continuación de la no menos descabellada, pero muy simpática, Las alucinantes aventuras de Bill y Ted, de Stephen Herek. A partir de ahí, su carrera durante los noventa fue un puñado de comedias sin demasiada trascendencia pero que le permitieron seguir en activo –sorprendentemente- hasta la dirección en 2004 de su película más ambiciosa, Garfield: la película, lo cual denota el grado de exigencia vertido sobre Hewitt. No obstante, El capitán Zoom y los pequeños grandes héroes, es también una película medianamente exigente, con un Tim Allen, estrella televisiva, dándolo todo, respaldado por Courteney Cox y toda una viaje gloria de la comedia norteamericana, Chevy Chase.
Pero ninguno es capaz de darle validez a una propuesta en concordancia con ese cine infantil de los últimos años empeñado en mostrar a los superhéroes como gente normal, que viven en suburbios estadounidense y que tan solo poseen unos poderos especiales que utilizan con la mayor delicadeza posible. Pero en esto, El capitán Zoom y los pequeños grandes héroes no aporta nada porque es un refrito infumable de todo al servicio de una espectacularidad que acaba siendo lo único salvable de la película.
A favor: Poca cosa, salvo que a los críos quizás les agrede.
En contra: La sensación de refrito que transmite la película.