Crítica de SensaCine.com para Alien, el octavo pasajero: La línea de la sombra

Inspirado por una pequeña novela de Joseph Conrad titulada 'La línea de la sombra' en la que un barco de mercancías de la época colonial era asediado por una enfermedad mortal, Ridley Scott realizó una de las más inspiradas películas de terror espacial de la historia del cine. El director británico transforma esa enfermedad en un invencible y asesino alienígena que irá matando uno a uno a los miembros de la tripulación. Pero al revés de lo que sucede en las más recientes películas del director, la escena no la dominan la pirotecnia de los efectos especiales, sino un cuidado uso de la ambientación y del juego psicológico. Una lucha por la supervivencia donde los siete miembros de la nave tratarán de seguir con vida, aunque sea a costa de sus compañeros.

Dominada por un diseño de producción lúgubre y alienante, añadido al carisma de la bestia enemiga, convertida hoy en un icono de la cultura popular, enfrentado a la teniente Ripley (Sigourney Weaver se convirtió en una estrella gracias al filme) en una especie de juego de la bella contra la bestia, Ridley Scott consiguió una de sus cumbres como director.

A favor: Un acertadísimo diseño de producción.

En contra: La certeza de que Scott no volverá a realizar nunca nada semejante.