La década de los 50 fue una década dorada para el cine no sólo de Kurosawa si no que también del cine japonés en general. Fue en esta década donde Kurosawa realizó un sin fin de obras maestras, y fue en esta década donde se especializó en dos géneros, uno es el drama que ya lo venía llevando desde los cuarenta pero no fue hasta el 52 que hizo una de las mejores películas dramáticas de la historia titulada "Ikiru", y el otro es el cine de samurais, un cine muy especial para él ya el propio Kurosawa afirmó ser descendiente de samurais. El cine de samurais comenzó para Kurosawa a la par que comenzaba la decada, ya que su primera película de samurais fue "Rashomon" de 1950, un film que revolucionó el cine a nivel mundial y proporcionó el reconocimiento de Kurosawa.
La década terminó igual que empezó, con otra gran película de samurais titulada "The Hidden Fortress". Pero los sesenta venía cargado sorpresas una de ellas la película de la cual venimos a hablar hoy, y la cual es una se sus obras más ambiciosas.
Yojimbo no solo comenzó el cine de samurias para Kurosawa en otra gran década del cineasta, si no que también causó un gran punto de inflexión en la historia del cine.
Yojimbo no solo revoluciona el cine de samurais si no que también el cine por completo, ya que la obra nos presenta un ritmo nunca antes visto en una película de este estilo y todo ello con una banda sonora magnifica.
El film destaca en un montón de cosas como es habitual en el realizador. Una de ellas es el asombroso reparto, construido por muchos de sus actores fetiches como el gran Toshirō Mifune, el cual demuestra una interpretación espectacular, ganando asi la Copa Volti del Festival de Venecia a mejor actor. Por otro lado tenemos a Takashi Shimura que aunque aparece poco durante la cinta resalta por su carisma como actor, al igual que Isuzu Yamada la cual demuestra un nivel interpretativo brutal.
También tenemos a Tatsuya Nakadai el cual hace su primer papel importante en la filmografia de Kurosawa, luego de hacer una interpretación legendaria en "The Human Condition Part I" del gran Masaki Kobayashi.
Pero en las dos cosas donde destaca más esta apasionante obra maestra son en la narrativa y en el estilo visual.
El estilo visual del film es simplemente único, y viene de la mano con una fotografía ALUCINANTE, llena de asombrosos planos secuencia que te dejan con la boca abierta.
Y la narrativa del film va marcada con una estructura muy bien narrada que da pie no sólo a que la película sea lo que es, si no que también a un remake a forma de western del mismísimo Sergio Leone, el cual dio pie a una de las mejores trilogías de la historia del cine con la película "For a Few Dollars More".
La trama se sitúa en un Japón del siglo XIX aún feudal, en donde un samurai (Toshirō Mifune) sin amo pero sin recursos llega a un pequeño poblado donde dos clanes están luchando por el control del territorio.
El samurai idea un plan para acabar con el caos del pequeño poblado, demostrando su gran habilidad con la katana para que los dos clanes intenten contratarlo, pero lo que los clanes no saben es que el invencible samurai quiere acabar con los dos.
Una vez más Kurosawa nos da otra muestra más del mejor cine de samurais posible, con esa memorable obra maestra.