Rodolfo Valentino quería que la película fuera dirigida por George Fitzmaurice, pero el estudio decidió que el encargado sería Fred Niblo, un director mucho menos conocido.
El hijo de Lila Lee, la actriz que daba vida a Carmen, contó que su madre pedía que las escenas de besos se hicieran por la mañana, debido a que a Rodolfo Valentino le gustaba comer alimentos muy especiados y con cebolla, lo que le dejaba un desagradable sabor de boca.
Poco antes de que empezara el rodaje de la película, habían entrado en vigor una serie de leyes de protección de animales. Esto hacía imposible rodar en una plaza de toros real, y tuvieron que usar imágenes de archivo en su lugar.
El bandido de las montañas es un personaje anacrónico, ya que la Guardia Civil acabó con ellos a finales del S.XIX.