El vestuario y el maquillaje de la película están inspirados en los bocetos que se preparaban en las producciones de las óperas de la época.
En un primer momento, un jovencísimo Kenneth Branagh fue escogido para interpretar a Mozart, pero el director prefirió trabajar con actores americanos para los papeles principales.
Tom Hulce dedicaba cuatro horas al día a tocar el piano durante el rodaje, para practicar y resultar más convincente en pantalla.
La actuación de 'Don Giovanni' en la película fue grabada en el mismo escenario donde esta obra fue estrenada.
La iluminación de la película es natural en todo momento, cuando la luz era más intensa de lo deseado, los técnicos del equipo utilizaban hojas de papel que colocaban en las ventanas para atenuarla.