Crítica de SensaCine.com para Una época formidable: Apariencias sociales

Habiendo debutado en los ochenta tras las cámaras, el también actor Gérard Jugnot (Pinot simple flic, Scout toujours...) dirigió en 1991 Una época formidable, una comedia social donde él mismo (y como acostumbra en sus propias realizaciones) asume el papel del protagonista, Michel Berthier, un tipo que pierde su empleo de la noche a la mañana y opta por no compartirlo con su familia. Simulará cada día que vuelve a casa que las cosas marchan con normalidad. Acabará haciendo piña con un grupo de ladrones primerizos con los que compartirá experiencias y sentimientos.

El problema de este guión que Jugnot coescribe con Philippe Lopes-Curval es que la escritura de personajes es bastante endeble y que la trama se arma constantemente sobre clichés muchas veces vistos. Ese pulso tomado a lo social acaba resultando demasiado paternalista y buenista y los personajes no son tan carismáticos como para hacer que su alcance se eleve demasiado.

A favor: Algunas líneas de diálogos.

En contra: Su superficialidad.