Un buen día, Nana (Anna Karina) decide abandonar a su marido y a su hijo siguiendo su sueño de convertirse en actriz. Sin embargo, la vida lejos de su familia no es tan fácil. Para financiar su nueva vida empieza a trabajar en una tienda de discos en donde no gana demasiado dinero. Al no poder pagar el piso, la casera le echa. Nana, desesperada y sin ilusión por su nueva vida, decide ejercer la prostitución.
En su primer día de trabajo se encuentra a Yvette (Guylaine Schlumber), una vieja amiga que le confiesa que se prostituye también por necesidad. Ésta le presentará a Raoul (Saddy Rebot), que se acabará convirtiendo en su proxeneta. La joven que quería ser actriz, se irá introduciendo poco a poco y, sin ser realmente consciente de ello, en el mundo de la prostitución.
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