La funda usada por Steve McQueen fue posteriormente puesta en producción por la empresa de cuero Safariland y todavía forma parte de su línea de moda. Se la conoce como la Sobaquera Klipspringer.
Inicialmente se suponía que la persecución de coches iba a llevar consigo una canción acorde a la situación, pero Lalo Schifrin sugirió que no había música que añadir a esa secuencia, señalando que la banda sonora era lo suficientemente poderosa tal y como estaba utilizada en el filme.
Los policías quisieron probar la valía de Steve McQueen llevándole a comisaría. Tuvieron que admitir que la estrella estaba muy bien cuando él apareció, esperando tranquilo la llegada de los guardias mientras se comía una manzana.