Un sepulturero con (mala) suerte
por Diana AlbizuLa carrerera como realizador cinematográfico del actor Bill Duke (ya con amplia experiencia en la televisión) ha tenido más fallos que aciertos, pero no empezó con demasiado mal pie gracias a 'Redada en Harlem'. Un ejemplo previsible y convencional de cine gangsteril, pero que combina con soltura el registro más violento con puntos humorísticos gracias a la apocada personalidad de su protagonista, un tímido sepulturero (Forest Whitaker) que de repente se ve envuelto sentimentalmente con una femme fatale de bandera (Robin Givens).
Por cierto, que era el primer trabajo de Givens fuera de roles de figuración y no lo hace nada mal en el rango de registros que se le reclaman: mujer de sexualidad depredadora y dama en apuros amenazada por los mafiosos de su pasado que quieren recuperar el dinero que les birló antes de iniciar su nueva vida de apariencia casta y perfecta. La historia, adaptación de uan novela de Chester Himes, no se anda con rodeos morales: los malos son realmente malvados, el protagonista es candorosamente bobo y abocado al desastre. No pidiéndole más al filme, no decepciona.
A favor: Una banda sonora que incluye a Screamin' Jay Hawkins actuando en directo.
En contra: Tiene poca novedad que ofrecer.