Una película marcada por las buenas interpretaciones y el fuerte guión, como la mayoría de películas de James Ivory, que muestra una fuerte atracción hacia tramas de las primeras décadas del siglo pasado. En esta, la que puede ser su mejor película, y las más entrañable, nos ofrece una historia muy cortada e interrumpida lo que en momentos puede producirte una pequeña desorientación. Emma Thompson hace una gran interpretación basada en "lo más simple es lo más grande". Destaca discretamente: miradas, expresiones, gestos... todos ellos muy reales y correctos. Sin duda, un Óscar totalmente merecido en la que es su mejor interpretación. Helena Bonham Carter da la fuerza a la película, ella es el carácter y el temperamento haciendo uno de sus mejores trabajos en sus inicios. Vanessa Redgrave es, personalmente, lo mejor de la película. Su larga experiencia y sabiduría le permiten hacer personajes muy misteriosos poseedores de una grandeza que eclipsa a todo lo que le rodea. Aunque es más protagonista que algunos de los intérpretes nombrados anteriormente, he decidido exponer a Anthony Hopkins el último porque en la película destaca más el reparto femenino. El actor hace un papel correcto aunque no destaca por encima de sus compañeras. Una gran fuerza también la desprende el guión, que nos brinda una buena dosis de reflexión y de diálogos marcados por la ideología de la época. Para finalizar la crítica, quiero explicar una anécdota sobre el film: la madre de Emma Thompson, como era una de las primeras películas de su hija, envió una carta a Anthony Hopkins en la que había esrito "No te la comas", en referencia a su último papel como el caníbal Hannibal Lecter en "el silencio de los corderos".