Crítica de SensaCine.com para El vídeo de Benny: Sobre la imagen y la violencia

Después de El séptimo continente, El video de Benny fue la primera película de Michael Haneke que llamó la atención internacionalmente gracias a su propuesta formal así como a los planteamientos que el cineasta austriaco despliega en ella. Como suele ser normal, a partir de una familia de clase media (contexto por el que se mueve con soltura y conocimiento el cineasta), Haneke disecciona el impacto de la imagen violenta (otro tema recurrente en su obra) y su creación mediante un joven que, fascinado por la agresividad de unas imágenes, decide trazar sus propios planes, bastantes salvajes. Mediante un guion sólido lleno de silencios y con la palabra como elemento secundario frente a las potentes imágenes de El video de Benny, Haneke muestra y cuestiona, busca respuestas pero no quiere darlas, lanza sus ideas y espera que el espectador analice aquello que está viendo. No hay búsqueda de polémica, tan solo relatar una situación que, por otro lado, con el paso de los años, ha devenido profética ante la multitud de casos de videos violentos rodados por jóvenes en los móviles (diferente formato pero igual conducta). Queda una obra magnífica en su concepción formal, directa y seca, construida con elegancia e inteligencia, y una puesta en tela en juicio de la manera de educar a los jóvenes. Imprescindible.

A favor: La capacidad visual de Haneke.

En contra: Que hay momentos en el que el director parece sermonear.