"El Último Mohicano" es un notable film histórico de aventuras y cine épico, dirigido por Michael Mann, y protagonizado por Daniel Day-Lewis. Está basado en la novela del mismo nombre publicado en 1826 por el literato James Fenimore Cooper. La cinta adapta un evento histórico como lo fue la guerra franco-india de 1757 cuando Francia y Gran Bretaña se luchaban el poder de las colonias en Norteamérica que tuvo como nombre la Guerra de los Siete Años. Tanto en la novela como en la película, se muestra el apoyo que dieron los nativos americanos al ejército francés en arras de lograr la victoria en una de las peores y más sangrientas batallas libradas en suelo americano. El director supo dar un estilo elegante, sútil y respetuoso con un drama que dejó muchos combatientes muertos de ambos bandos y muestra de forma adecuada, las tradiciones de los nativos americanos primeros habitantes de lo que se conoce actualmente como Estados Unidos. La historia se va narrando de forma prosaica como estar leyendo un libro pero en imágenes, aquí radica en cierto modo la belleza del film, que si bien no deja de salirse del texto original que la inspiró.
Sin embargo, es cierto que mantiene una secuencia acertada en cuanto a la ejecución, como amante de las películas bélicas o históricas, si encontré una secuencia y ritmo adecuado para hacerme disfrutar con esta cinta. Los planos de la película no tienen desperdicio. Tiene una fotografía francamente exquisita, mostrando la inmensidad no urbanizada de un territorio en vías de desarrollo a pesar de las vidas que costó. Los lugares donde se desarrolla la trama, me pareció acorde con el contexto histórico que estaba narrando y eso también es un logro de los productores que supieron sacar partido a un ambiente hostil para llevar un buen drama. La banda sonora es una maravilla, de las mejores BSO que ha dado el cine, sin lugar a dudas. Te mete de lleno en la historia haciendo que con un simple golpe de música, puedas esperar llevarte una buena sorpresa. Por ello y no en vano ganó un Oscar al Mejor Sonido. El fabuloso sentido épico de la cinta cobra mayor fuerza en su segunda mitad, donde la dupla guionista derrocha todo su buen hacer para el thriller, en una persecución tan arrebatadoramente bella en su acompañamiento visual y musical, como tensa y emocional lo es en su concepción dramática.
La historia, ambientada en los años de la Guerra de Secesión americana, cuenta el romance que se establece entre el hijo de sangre blanca de un mohicano y la hija de un general del ejército, todo ello mientras el enfrentamiento entre los ejércitos francés e inglés vive sus días más dramáticos. La presencia de la tribu de los hurones, y el odio que tiene hacia los ingleses uno de sus más importantes miembros, serán decisivos en el dramático desenlace de la historia. Michael Mann pone su talento al servicio de la historia, y consigue que aventura y romance se combinen de forma deslumbrante en secuencias de aroma eminentemente clásico. Creo que todas las secuencias de la película, desde el espléndido comienzo, mantienen viva la ilusión del espectador por lo que está viendo. Momentos de acción repletos de tensión y violencia, escenas de arrebatador romanticismo, y una secuencia final absolutamente memorable. Para el recuerdo quedan las carreras de Daniel Day Lewis, sus miradas con Madeine Stowe, su encuentro nocturno en el fuerte, la ferocidad de Magua, o el precioso amor que surge entre los hermanos de los protagonistas. Sin olvidarse de la escena de las cataratas, con uno de los momentos más intensamente románticos que recuerdo.
Las actuaciones son impecables, me parecieron acertadas sobre todo en las figuras de Daniel Day-Lewis y Madeleine Stowe, que tuvieron una química que se fue viendo durante todo el rodaje, dando esa sensación de realidad creíble que se requiere en este tipo de puesta en escena. La interpretación de Day-Lewis como Nathaniel Bumppo Hawkeye es simplemente brillante. Por su parte, Madeleine encarna a Cora Munro, siendo esta, una de las actuaciones de su vida. Maurice Roëve encarnó al Coronel Edmund Munro. Russell Means como Chingachgook. Eric Schweig encarna a Uncas. Jodhi May como Alice Munro, hermana pequeña de Cora Munro. Steven Waddington encarnó al Mayor Duncan Heyward. Pete Postlethwaite como el Capitán Beams. Y Wes Studi personificó a Magua, en mi opinión, el mejor papel de su carrera.
En definitiva, apasionante epopeya sobre la sangrienta y despiadada época colonial de los Estados Unidos. Michael Mann demuestra su talento y poderío realizando una de las mejores aventuras del pasado siglo. El argumento es épico y bello, las actuaciones creíbles y memorables, la banda sonora es una de las mejores que ha dado el cine, una auténtica delicia. El amor, que surgirá entre los protagonistas tiene tal pasión, belleza y valentía, que tardaremos mucho tiempo en volver a ver algo parecido, puro sentimiento. Difícil que a uno no le emocione esta heroica, conmovedora y trágica historia que recorre, con pulso milimétrico y oficio de maestro, los sangrientos y dolorosos pasillos que caracterizaron a los Estados Unidos a finales del siglo XVIII. Una cinta con un buen trasfondo histórico, que merece la pena verla más allá de los gustos que se puedan tener, ya sea por conocer algo de historia colonial, de guerras territoriales, culturas de nativos americanos y sus costumbres.