Los trajes de los actores se confeccionaron en el taller de la famosa costurera de París Jeanne Lanvin que fundó la más antigua casa de moda parisina que se mantiene aún hoy en activo. Los disfraces fueron supervisados en todo momento por el gran diseñador Pierre Cardin.
Fueron necesarias cinco horas para maquillar y transformar al actor Jean Marais en "La bestia".
Durante el rodaje de la película, el director Jean Cocteau tuvo que ser hospitalizado, por lo que René Clément, desempeñó su papel como cineasta.
El aspecto y la decoración de la película estuvieron influenciados por la obra del artista del siglo XIX Gustave Doré, famoso por ilustrar una edición francesa del mismo siglo de "Don Quijote". Las ilustraciones de Doré son tan conocidas que se siguen reproduciendo a día de hoy.