El silencio más bello interrumpido por el suave y melódico sonido de un viejo piano que, aunque solo sea un puñado de madera, causará las más graves y desafortunadas desventuras a una mujer y al entorno que le rodea. Estamos ante la desgarradora "el piano": una película donde las buenas interpretaciones abundan junto a la imagen de las hermosas playas neozelandesas que son acompañadas de una banda sonora inteligente y dramática, sobretodo en la recta final. Holly Hunter está perfecta y brillante haciendo, siempre según mi crierio, una de las mejor interpretaciones femeninas de la historia. Aunque su personaje es mudo, ella habla y expresa sus sentimientos con su piano, su intérprete y, sobretodo, con sus expresiones faciales que poseen tanto potencial que no hay guión hablado que valga cuando ella está en escena. Destaco la secuencia donde ella se levanta después de que le amputen el dedo, mira a su alrededor, asimila el acto e intenta huir cayendo sutilmente al suelo encharcado. También está la encantadora y joven Paquin, que demuestra sus dotes artísticas desde tan joven haciendo un papel carismático y demostrando su desenvolvimiento en escena. Harvey Keitel y Sam Neill están muy correctos, pero quedan por detrás de las dos sublimes mujeres que protagonizan la película. El vestuario y la dirección artística sirven de apoyo de la época histórica. Aunque digan que el cine es un mundo donde, sobretodo en el apartado de dirección, suelen haber hombres, Jane Champion demuestra que ellas también pueden hacer grandes obras maestras.