Crítica de SensaCine.com para Duerme conmigo: Crónicas de la Generación X

Para ser una película con seis guionistas distintos, los cuales al parecer se turnaron a la hora de escribir las distintas secuencias, 'Duerme conmigo' tiene la apariencia de un relato sólido y bien cohesionado... si no fuera por los horribles cartales que sobreexplican los acontecimientos en cada elipsis. Un detalle descuidado que enturbia lo que podría haber sido una remarcable experiencia narrativa al presentar la progresiva desmantelación de la relación de amistad de tres amigos cuando uno (Tood Field) se enamora de la mujer (Meg Tilly) del otro (Eric Stoltz) y el amor secreto termina derivando en una infidelidad que acaba con todo.

La progresión a base de conversaciones y reuniones de colegas funciona gracias al trabajo de un reparto perfectamente representativo dell indie de los noventa. Son los momentos de verborrea, en los que los personajes intentan explicarse a ellos mismos y lo que les rodea entre bebidas y cigarrillos, los que enganchan a un triángulo típico de drama burgués capaz de elevarse sobre los clichés de sus propios puntos de giro.

A favor: El famoso cameo de Quentin Tarantino, donde expone su lectura homosexual de 'Top Gun'.

En contra: Que el detalle anterior haya llegado a eclipsar el resto de cualidades del filme.