Amor rural
por Xavi Sánchez PonsTras la revelación de ¿Hola, estás sola?, Flores de otro mundo, segundo largometraje de su directora, supuso la confirmación de Icíar Bollaín como uno de los nuevos nombres a seguir dentro del cine español de finales de la década de los noventa. La cineasta madrileña estaba y sigue alineada en la generación de Fernando León de Aranoa, con el que comparte ese gusto por el cine comprometido y social. Un cine que con los años ha ido perdiendo matices, profundidad y, por lo tanto, credibilidad.
El segundo filme de Bollaín tiene como foco las caravanas de mujeres a zonas de las España rural, y con ese punto de partida traza un acertado retrato del choque de culturas que se produce cuando una inmigrante dominicana decide probar suerte con uno de los solteros del pueblo (un espléndido Luis Tosar). A esa relación la directora de Te doy mi ojos contrapone otras dos de forma inteligente; la de un cacique del lugar con chica cubana que conoce a distancia; y la de otro soltero del pueblo con una mujer bilbaína que, a pesar de tenerlo más fácil, no tendrá un final feliz. Más un retrato sobre lo difícil que es solidificar una relación afectiva, que uno sobre la inmigración, Flores de otro mundo tiene en su sencillez su valor más apreciable.
A favor: sus fogonazos de humor
En contra: no aporta nada nuevo