Basada en hechos reales, James Stewart (Historias de Filadelfia) se pone en la piel de Charles A. Lindergh, la primera persona que atravesó el océano Atlántico volando.
La historia comienza narrando la vida del joven Charles, un muchacho vivaz y apasionado de la aviación que sueña con ser un gran piloto el día de mañana. Pasan los años y consigue comprarse su primer biplano gracias a sus ahorros y a la venta de su motocicleta. El avión está bastante deteriorado pero le es útil para ir aprendiendo a pilotar. Desde ese momento empieza a obtener ingresos participando en espectáculos de vuelo y dando clases de aviación.
Pronto su sueño se convertirá en realidad. Un buen día, en la prensa aparece un anuncio en el que un filántropo de Nueva York ofrece 25.000 dólares a aquella persona que sea capaz de atravesar el Átlantico. Las condiciones son que tendrá que salir de Nueva York y llegar directamente a París sin hacer ninguna parada para repostar.
El intrépido protagonista se pone manos a la obra y el 20 de mayo de 1927 despega de un aeródromo de Long Island rumbo a París. El resto de la película ya es historia porque como sabemos el valiente muchacho logró, en tan sólo 33 horas, llegar al aeropuerto de Le Bouget, en las inmediaciones de París.
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