Kung Fu Bond
por Eulàlia IglesiasLa segunda entrega de las aventuras de James Bond con Pierce Brosnan como agente del servicio secreto británico, y decimoctava de la saga, prosigue la adecuación de 007 a los nuevos tiempos de corrección política: la primera frase que sale de la boca del espía es una recriminación a su primera víctima por fumar. 'El mañana nunca muere' cuenta además con un magnate internacional de los medios de comunicación como villano instigador de una Tercera Guerra Mundial y lanza un claro mensaje sobre los chinos: aunque sigan llamándose comunistas, ahora son los nuevos aliados del mundo occidental.
A la película le cuesta arrancar: el clásico prólogo parece un refrito de algún Bond de la Guerra Fría y en la inacabable escena de la fiesta fallan las químicas respectivas entre Bond, las mujeres y el malvado. 'El mañana nunca muere' no se anima hasta que la acción se traslada a Oriente y Pierce Brosnan encuentra en Michelle Yeoh una pareja perfecta... no como subsidaria chica Bond sino como complementaria mujer de acción. La veteranía del cine de espías occidental revive gracias a la savia del cine de género oriental.
A favor: La persecución en moto por las calles y azoteas del pueblo chino.
En contra: A Pierce Brosnan le falta atractivo bondiano.