Libertad es el concepto y el valor que da forma y fondo a la primera parte de la maravillosa y humana Trilogía de los Colores de Kielowski. Representada con el color azul, la libertad está presente durante todo el film, aunque la mayoría de las veces de manera tácita, porque la libertad que nos quiere mostrar el director polaco, es la libertad psicológica, la (pseudo) libertad que nos brinda el desapego emocional. Y todo este trasfondo psicológico sobre la libertad, se transmite de manera perfecta gracias a la sublime actuación de Juliette Binoche y al excelente trabajo artístico de Kielowski; cada plano, ambientación, musicalización cumple con el objetivo de reflejar el conflicto psicológico por el que vive la protagonista. Sin lugar a dudas que una obra maestra cien por ciento humana.