El thriller tranquilo
por Diana AlbizuCuando Clint Eastwood decidió que 'En la línea de fuego' sería su última actuación a las órdenes de otro director que no fuera él mismo (aunque incumpliría esa tendencia en 2012 con 'Golpe de efecto', de su amigo Robert Lorenz), contribuyó a su manera a que este aparatoso thriller de Wolfgang Petersen sea fácilmente visto como el fin de una determinada época del género policiaco. Cierto que todavía quedaban un par de años para que 'Seven' (David Fincher, 1995) lo dejara irreconocible, pero es posible que 'En la línea de fuego' sea el ejemplo más puro que pervive dentro de los estertores del modelo anteriro.
La narración es simple y lineal, la fotografía de John Bailey luce en los exteriores diurnos, el agente del servicio secreto encargado de proteger al Presidente de EE UU que encarna Eastwood tiene tiempo para soltar one-liners gruñones y ligar con una compañera (Rene Russo) mientras todo el argumento intenta girar hacia cómo la edad empieza a ser un problema para el ejercicio de su trabajo, las secuencias de acción son limpias y presentadas en planos generales con todos los elementos a la vista, etc. Cine comercial 100% expositivo donde incluso el antagonista (John Malkovich) que pretende asesinar al Presidente comete actos de maniquea abyección moral casi en cada aparición para que nos quede claro lo malvado que es. Un thriller aproblemático, filmado con brío, musicado por el genio Ennio Morricone y narrado con sencillez para no dejar poso en el espectador pero sí una agradable satisfacción de tiempo bien invertido.
A favor: El homenaje a 'Vértigo' con Eastwood colgando de un tejado al perseguir al criminal.
En contra: El comportamiento del psicópata de Malkovich resulta demasiado caprichoso y estereotípico.