Crítica de SensaCine.com para Tina: La reina del rock

El británico Brian Gibson, que debutó en la dirección a principios de los setenta con el documental Hospital, 1922 y que siguió su carrera en el medio televisivo, dirigió a principios de los noventa este biopic que se remonta a los orígenes de la estrella del rock Tina Turner, nacida en los años treinta como Anna Mae Bullock, y que retrata, entre otros episodios, la tormentosa relación que mantuvo con su marido Ike Turner, quien fuera su "descubridor" cuando ella era una joven que iba para enfermera.

Como habitualmente suele suceder con este tipo de cintas biográficas con carácter hagiográfico, su empeño en elevar a la estrella, ya elevada, acaba resultando poco interesante, así como esa fijación por narrar cronológicamente. Lo más reseñable, además de la banda sonora, claro, es la composición de personajes que se marcan Angela Basset metiéndose en la piel de la enérgica Tina Turner y Laurence Fishburne como Ike Turner, dándole la réplica como pareja maltratadora.

A favor: Basset y Fishburne y la banda sonora.

En contra: Un formato biográfico muy poco estimulante.