Hacer mucho con poco
por Virginia MontesEl mismo año que debutaba Quentin Tarantino con la sensacional 'Reservoir Dog' (1992), lo hacía también Robert Rodriguez con una obra más discreta, 'El mariachi', pero que gozó también de una buena recepción crítica, sobre todo por su capacidad para conseguir sacar adelante una película con un presupuesto irrisorio y hacerlo con tanto desparpajo, de una manera muy fresca y diferente.
Las carreras de ambos realizadores convergerían en más de una ocasión, aunque la de Rodriguez nunca haya estado a la altura de su genial amigo.
En 'El mariachi' firma su obra más personal, la que de alguna manera marcaría su estilo: Estallidos de violencia, tosquedad narrativa, personajes reducidos a la mínima esencia y una crudeza muy visceral a la hora de planificar las secuencias.
Seguramente, toda esta esencialidad y elementariedad, le vino bien al director, porque cuando ha intentado ser más pretencioso, ha terminado consiguiendo peores resultados. En 'El mariachi', alcanzó sus propósitos.
A favor: Su inventiva visual.
En contra: Su tosquedad le proporciona encanto.