No sin mi vestido de primera comunión
por Eulàlia IglesiasEl protagonista de 'Lloviendo piedras' de Ken Loach sufre en sus carnes todas las miserias de un trabajador en la Gran Bretaña gobernada por Margaret Thatcher. Se ha quedado sin trabajo y tiene que sobrevivir a base de trapicheos y préstamos que le conducirán a un camino sin salida.
En uno de sus habituales y precisos retratos de los problemas de una clase obrera depauperada y asfixiada, Loach combina humor y drama además de ofrecer un gancho para que el espectador conecte con la vertiente más humana de su protagonista. El padre en paro se desvive para que hija adolescente pueda tener un vestido digno para su primera comunión. Un canto no solo a la dignidad de la clase obrera sino también a la solidaridad entre colegas y vecinos durante los malos tiempos, 'Lloviendo piedras' pertenece a la época en que las películas de Loach no se habían convertido todavía en sermones sindicales con un drama o una comedia de fondo.
A favor: la escena en que roban el césped del club social del Partido Conservador.
En contra: cierto momento excesivamente graciosillo.