Crítica de SensaCine.com para Washington Square (La heredera): Rebeldía soltera

La realizadora polaca Agnieszka Holland, más conocida por obras anteriores como Europa, Europa y El jardín secreto, se atreve con la adaptación de una conocida novelas de Henry James, Washington Square, ya llevada con éxito a la gran pantalla por William Wyler en 1949 como La heredera (con Olivia de Havilland y Montgomery Clift). Para la puesta en escena de esta historia de amor ambientada en el siglo XIX con las trabas paternas, económicas y de clase entre medias, Holland contó con Jennifer Jason Leigh y Ben Chaplin para los papeles protagónicos y, entre los secundarios, veteranos rostros como Albert Finney o Maggie Smith, que ya había trabajado con Holland anteriormente en El jardín secreto.

Holland sigue las dos líneas clave de la novela y de la película de Wyler: una difícil tensión entre el romance entre una joven heredera, no muy agraciada y tímida, Catherine Sloper, y un guapo joven sin dote, Morris Towsend, que aparece en el momento menos esperado, cuando la chica empieza a apuntar formas de "solterona". El padre de la novia se opone rotundamente a esta unión y los amantes, sin embargo, hacen todo lo posible por mantenerse unidos. Destaca la caracterización e interpretación de todo el reparto, pero en conjunto uno se queda con la sensación de que se trata de un drama romántico de época más, que poco arriesga en las formas, aunque aborde cierta evolución "femenina" acometida por la protagonista.

A favor: El cuidado de los aspectos técnicos del filme.

En contra: Que sea tan correcta y académica y el tedio general que esto puede provocar.