Opiniones sobre La muerte tenía un precio

Esta es la segunda película de la "trilogía del dolar" o "trilogía del hombre sin nombre" donde mejora la primera pero no supera a la tercera. La película esta muy bien dirigida por Sergio Leone. La cinta es muy simple pero gracias a la planificación de Sergio Leone, la increíble banda sonora de Ennio Morricone y la magnifica actuación de Lee Van Cleef, acompañada por la convincente interpretación de Clint Eastwood, la convierte en un auténtico "spaghetti western".

Si una cosa funciona, ¿para qué tocarla? Eso debió de pensar Sergio Leone cuando comenzó a realizar “La muerte tenía un precio”. Y razón no le falta. La segunda parte de la trilogía del dólar sube el nivel y la apuesta iniciada con “Por un puñado de dólares”: enfrentamientos a tres bandas, personajes sin escrúpulos y a los que sólo les importa el dinero, el desierto de Almería, y la colaboración entre otros de su groupe personal: Carlos Simi, Ennio Morricone o la vuelta de Clint Eastwood y Gian María Volonté.

El director romano es de los mejores ejemplos en la historia del cine de como a partir de un guion o una trama simplona, se pueden hacer maravillas. Baste para ello los primeros 30 minutos del filme. ¡Una maravilla! Se nos introduce a cada uno de los personajes, el Coronel Montgomery, el Manco y el Indio. Pero dicha introducción es tan completa que uno tiene la sensación de haber visto a estos tres personajes a lo largo de 3-4 películas anteriores. Y lo más absolutamente absurdo de todo ello es que, realmente, la trama todavía no ha empezado.

Los tres están magníficos. Van Cleef (Coronel Montgomery) aporta la madurez, la templanza y el ingenio; Clint Eastwood (el Manco) la juventud, la chispa, la desfachatez y falta de respeto hacia el oponente en cada tiroteo (el tener que levantar el poncho para disparar, lo cual en teoría tendría que ser un inconveniente); y, por último, Gina María Volonté (el Indio) es, probablemente el personaje más interesante de los tres: violento y sombrío (lo cual, tiene mucha culpa esa música onírica de Morricone).

Por otro lado, y ya lo mencioné en el análisis de “Por un puñado de dólares”, la rica puesta en escena de Leone, llena de detalles. Muy pictórica, también. Por ejemplo, la escena del conteo previo al atraco es sencilla, pero pone en tensión al espectador. Y lo más interesante es que Leone/cámara convierte al espectador en una especie de demiurgo al que le permite observar la escena desde las perspectivas de todos los implicados. Pero si hay una escena clave, esa es el final del filme. De hecho, es una nueva manifestación del talento de Leone. ¿Por qué? Básicamente porque te crees la escena y, sobre todo, la disfrutas. La vives. En cualquier otro director eso nos parecería algo vacío y pretencioso. Pero en Leone, me repito, no.

En “La muerte tenía un precio” Leone explota aún más esos primeros planos y el montaje, sumamente inteligente, para marcar el tempo narrativo. Y por encima de todo esto, sobrevuela la BSO de Morricone. Cada personaje está marcado por un tema musical, lo cual refuerza el acto de identificar a uno u otro personaje por parte del espectador.

Quizás esto último que vaya a decir resulte, para algunos, un tanto pretencioso, pero así lo creo: Sergio Leone es al western, lo que Hitchcock es al suspense. ¿Por qué me aventuro a decir esto? Porque ambos parten de situaciones rocambolescas, poco realistas. Y de una forma en la que, muchas veces, al espectador se le escapa, ambos directores, expertos en las virtudes del lenguaje cinematográfico, convierten esas situaciones en creíbles, disfrutables y, a mayores de todo esto, generan debate (en el caso de Leone) en torno a la amistad (ficticia o no), las causas que motivan los actos de una determinada persona, etc.

“La muerte tenía un precio” es una película que lo cambió todo. Si “Por un puñado de dólares” iniciaba la consolidación del género, la segunda parte de la trilogía lo elevaba a la categoría de género serio. Es decir que, el spaguetti western no tenía nada que envidiar ni a otras grandes películas de la época, ni a otros géneros (mismamente el western clásico). Leone ayudó, y mucho, en esta tarea. Aportó al cine una nueva riqueza al cine y la que, todavía a día de hoy, hay que estarle enormemente agradecido.

La segunda película de la trilogía del dólar logra superar con creces a su antecesora. La supera corrigiendo sus principales errores: Ritmo y guión, este es un western que se toma su tiempo para desarrollar a sus personajes y darle sentido a la historia, se nota que no tiene como único fin entretener sino también conmover en algún grado a su espectador. La dupla de Lee Van Cleef y Clint Eastwood es muy destacable y el trabajo de Ennio Morriconne es inolvidable. En síntesis, esta película sentó las bases y la madurez suficiente para que Sergio Leone lograra construir el fin de trilogía y su gran obra: El bueno, el malo y el feo.

He aquí la segunda entrega de la trilogía del Dollar dirigida por Sergio Leone y protagonizadas por el legendario Clint Eastwood y antagonizadas por el gran Gian Maria Volonte el cual hace en este film su mayor interpretación, al igual que Clint Eastwood que en esta y en El Bueno, El Feo y El Malo del mismo director, hace también su mejor interpretación.
Bueno ya hablando un poco del film, es una obra maestra a nivel visual con planos generales asombrosamente visuales, acompañados con la magnífica música del gran maestro Ennio Morricone y todo esto con la esencia de Spaghetti Western que tanto nos gusta a los amantes del western.
También cabe mencionar la trama espectacular, la cual tiene más de una sorpresa y está llena de acción desde el minuto uno.
La trama narra la historia de dos cazarecompensas, El Manco y el coronel Douglas, los cuales se alían para derrotar a El Indio un asesino muy buscado y con una alta recompensa que se repartirán entre los dos.
Espectacular joya del western la que nos dejó Sergio Leone a los sesenta y espérate que la última es la mejor...

obra maestra de leone. fotografia guion actores , ambientacion, una obra unica en su categoria inmejoranle.