Crítica de SensaCine.com para El infierno: El infierno de los celos

Un hotel rural el el escenario de este filme de Claude Chabrol que el director tuvo en su mente durante años. Un hotel que es la otra cara de el de 'El resplandor' de Stanley Kubrick (acogedor, familiar, lleno de gente...) pero que también termina convirtiéndose en un lugar donde el protagonista masculino encuentra la locura.

El filme nos cuenta la historia de una pareja de recién casados cuya felicidad se ve truncada cuando él comienza que su mujer le engaña y empieza a experimentar unos celos malsanos. Lo mejor de la película es el modo en que juega con la doble perspectiva de los hechos dando a Emmanuel Béart un papel que, de hecho, son dos papeles: la mujer atormentada por los celos de su marido y la siniestra criatura cargada de una sexualidad exagerada y desbordante.

A favor: Los primeros planos de Béart que nos muestran el modo en que la ve su marido cuando ha sido poseído por los celos.

En contra: El desenlace abierto después de que el propio filme haya sugerido un cierre bastante convincente.